La infertilidad es una condición que dificulta o impide lograr un embarazo, afectando tanto a hombres como a mujeres. Aproximadamente el 15% de la población enfrenta problemas de fertilidad, pero existen múltiples opciones de tratamiento. Identificar la causa específica es clave para elegir el tratamiento adecuado.
Si tienes menos de 35 años y llevas más de un año intentando concebir sin éxito, o si tienes más de 35 y han pasado seis meses sin resultados, es fundamental actuar rápidamente para identificar la causa y encontrar el tratamiento adecuado.
Las complicaciones para lograr un embarazo pueden derivarse de distintos factores biológicos en el proceso de reproducción. La infertilidad femenina puede ser causada por:
Cada mujer nace con un número determinado de óvulos que utilizará a lo largo de su vida y nunca se generarán ni se reemplazarán. Es decir, el reloj biológico no se detiene y a partir de los 35 años, la calidad y cantidad de óvulos comienza a disminuir.
Las alteraciones o padecimientos en las trompas de Falopio pueden derivarse de muchos factores, algunas de las condiciones en esta categoría son; endometriosis, oclusión tubárica hidrosalpinx, entre otras.
Condiciones relacionadas con alteraciones de la anatomía femenina que podrían complicar la concepción. Algunas de las más comunes son; miomatosis uterina, pólipos endometriales, malformaciones müllerianas, entre otras.
Los planes no siempre resultan como esperamos y muchas mujeres deciden operarse para no tener más bebés. La salpingoclasia es el método anticonceptivo que corta la comunicación entre el útero y los ovarios evitando que se logre el embarazo de forma espontánea.
Estas alteraciones afectan directamente la ovulación y, por tanto, podrían impedir la concepción de manera natural. Algunas de las más relevantes; hipotiroidismo, hiperprolactinemia, síndrome de ovario poliquístico, entre otros.
Están relacionados directamente con la afectación a la reserva ovárica que, en algunos casos, imposibilitan el embarazo.
Culturalmente se asocia la infertilidad solo con las mujeres, pero el factor masculino está presente en el 40% de los casos.
Por eso, es fundamental que ambos, tú y tu pareja, se realicen estudios. La infertilidad masculina puede ser causada por:
Los tratamientos oncológicos son nocivos para los espermatozoides y el grado de afección dependerá del tipo de tratamiento utilizado.
Existen dos tipos, la obstructiva implica que los testículos si producen espermatozoides, pero el problema se genera en el tracto de salida de los mismos. La no obstructiva se da cuando los testículos no producen la cantidad de espermatozoides requerida.
Aunque son más frecuentes en las mujeres, también pueden repercutir en la fertilidad de los varones. Entre ellas están el hipotiroidismo e hiperprolactinemia.
La fibrosis quística o el síndrome de Klinefelter son algunas de las enfermedades que afectan directamente la función reproductiva de los hombres.
Consiste en la presencia de venas en los testículos incrementando su temperatura lo que puede afectar la movilidad de los espermatozoides e incluso su forma.
Al ligar los conductos por donde transitan los espermatozoides durante la eyaculación se impide la concepción
Alteraciones como la diabetes pueden causar problemas como disfunción eréctil o eyaculación retrógrada.
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